Créeme que asusta cuando me acuesto y me
falta algo… y sé qué es. Cuando acabo cada mirada en unos ojos que no me miran
como tú. Y muero un poco más. Y estoy sin ti.
Asusta mucho que necesite oírte oírte para
dormir y que tenga que encoger cada músculo para hacerte un hueco en esta cama
que desborda ganas y noches pendientes.
Que me recorre un escalofrío desde el
cuello hasta los muslos cada vez que te pienso con la luz apagada. Que mis
sábanas piden desorden a gritos y los patos de mi cama que les cortes ya las
alas.
Pero yo sólo te
pido un tímido
Y suaveRoce de piel.